lunes, 24 de enero de 2011

TARTA DE TRES CHOCOLATES

Esta tarta tan rica está basada en la receta que circula por muchas páginas de internet, aunque no recuerdo exactamente la fuente de donde la extraje. En el caso de la foto que veréis a continuación, dupliqué la cantidad de ingredientes porque quería una tarta de mayor tamaño y como no tenía un molde más grande, pensé que sería buena idea que tuviera mayor grosor.
Ingredientes para las diferentes capas (versión sin doblar la cantidad):

  • 50 gramos de azúcar para las capas de chocolate con leche y chocolate negro. A la capa de chocolate blanco, no le puse  azúcar.
  • 250 cl. de leche en cada una de las capas.
  • 250 cl. de nata para cocinar en cada una de las capas.
  • 150 gramos de cada uno de los tres tipos de chocolates.
  • 1 sobre de cuajada en polvo por capa. 
La elaboración es un poco entretenida,pero compensa con el resultado que se obtiene. Cada capa, se hará siguiendo la misma dinámica. Yo comencé por la de chocolate blanco, pero el orden puede variar en función de nuestros gustos.
Primero, vertemos  el sobre de cuajada en polvo sobre un poco de leche (de los 250 cl.) y removemos hasta que quede totalmente disuelto. Por otro lado, en un cazo se echan los 250 cl de nata junto con el azúcar (menos en la capa de chocolate blanco), la leche y los 150 gr. del chocolate desmenuzado y se pone a calentar. Removemos todo y cuando comience a hervir, se añade la mezcla de cuajada. Seguimos removiendo hasta que vuelve a hervir de nuevo y es cuando podemos retirar del fuego y verter al molde.

Esta operación se hace entre capa y capa. Tenemos que vigilar de no mover el molde de sitio para que no se nos mezclen las capas. El tiempo ideal sería el tiempo que se tarda en preparar una mezcla y otra.Si esperamos demasiado tiempo, las capas no se compactarán. Como truco, cuando vas a verter la segunda y tercera capa, arrastrar un tenedor superficialmente para que las capas se agarren bien, pero sin llegar a mezclarse.
Después de todo este proceso, dejarla reposar y cuando las capas estén bien cuajadas, ya está lista para meterla el frigorífico. Cuando se vaya a consumir, decorarla al gusto.


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